Dos palabras

Hé aquí un jénero de poesía enteramente nuevo en el país, i acaso en la lengua castellana, con perdón de Rodríguez Rubi como que aparte la fiel pintura de las costumbres materia de ella, bajo el disfraz i las figuras del lenguaje vulgar corren ocultas las maneras de decir más puras del idioma, i campean los pensamientos más delicadamente poéticos, expresados con donosura i gracia admirables. Afirmo esto no en razón de mis luces i mi injenio, que ámbos a dos son cortos, más si basado en la opinión expresa de los notables literatos i humanistas que tienen vistas i estudiados la mayor parte de las composiciones que este cuaderno contiene i han animado, de otro lado, a su modesto autor a publicarlas en achaque de muestra; pero en realidad de verdad para llamar la atención del mundo literato sobre el mérito completo de ellos; i digo que completo, porque no me parece fundado el concepto de los que tachan de exajerada la forma de su expresión, una vez que así es el habla de la jente no instruida del Estado de Bolívar, tal debe ser sin duda i mui racionalmente el lenguaje que la representa.

De resto, confío, en que el buen éxito de esta importante i curiosa obra, base fundamental de una literatura nacional positiva, sacará su autor motivos i fuerzas bastantes para dar a la estampa la extensa que en su Advertencia preliminar anuncia, i si tal no sucediere por el notable atraso del país, bástele a hacerlo las glorias de la orijinalidad, i aliéntelo la esperanza halagadora de que jamás fueron infructuosos los partos de la erudición i del talento. Este es mi parecer, como mi deseo es otro, i bien quisiera escribiendo estas líneas dejar menudamente señaladas las excelencias de su asunto; mas la poca salud de que disfruto i el desfallecimiento de espíritu en que estoi me han forzado a ser sucinto más de lo que pensaba a los principios. Quizás otra ocasión lo sea ménos i pueda dar ensanche a este prefacio, que si algún mérito tiene, es la espontaneidad que lo ha dictado i la sinceridad con que va escrito. Mientras así sucede, reciba el jóven autor las manifestaciones más cumplidas de mi especial admiración i mi cariño.

Venancio G. Manrique