Primeras impresiones: José Ardila - Libro del tedio / Angosta Editores

Este Libro del tedio está dividido en cuatro partes y cada una tiene tres cuentos. En la primera parte, la vida familiar, centrada en la madre, protagoniza todos los relatos. En la segunda, la vida familiar, centrada en el padre. En la tercera, la vida amorosa —los objetos de deseo, incluyendo a la pareja romántica—. Y en la cuarta y última parte, la vida laboral en Medellín con las consabidas presiones capitalistas, neoliberales, sobre todos los personajes.

En uno de los cuentos de la tercera parte, Las formas de la espera, leemos esta descripción que hace el narrador de su objeto de deseo: “Así es todo con ella. Desfasado. Corrido un poco hacia alguna dimensión extraña”. Podríamos decir que esas palabras funcionan para describir todos los cuentos del libro: en su escritura y por su escritura, José Ardila desfasa o corre la cotidianidad, los actos y relaciones que nos son más familiares, hacia una dimensión entraña.

Mientras leía este libro, pensé todo el tiempo en el Elogio del aburrimiento, ensayo en el que Joseph Brodsky habla del tedio como un “Sahara psicológico” provocado por la repetición. Brodsky dice que la esencia misma de la vida es la repetición, que el lenguaje de la vida es el tedio y que el aburrimiento representa al tiempo en toda su pureza: repetitivo, superfluo, monótono. Pero el aburrimiento, para Brodsky, nos recuerda nuestra finitud e intrascendencia, cosa que nos hace humildes y compasivos. El libro de Ardila, el Libro del tedio, nos recuerda todo esto también, y lo hace con ternura, por momentos, y siempre con humor.

Giuseppe Caputo
Escritor