Diez cuentos del Decamerón

El Decamerón constituye —en la alta Edad Media— una revolución en la literatura europea, al abrir el horizonte de un género: el del relato o novela corta. Es la obra principal de su autor, el humanista italiano Giovanni Boccaccio, que escribió muchas más obras, tanto en latín como en italiano. Este autor funda de alguna manera una tradición con esta obra, que será largamente imitada y que será considerada como una de las tres coronas o fuentes de la literatura italiana. El contexto en el que la sitúa no es menos significativo: la peste negra que asoló Florencia en 1348; como lo resume Humberto Ballesteros, quien presenta esta obra: “Un grupo de jóvenes nobles, siete mujeres y tres hombres, se encuentra en la iglesia de Santa María Novella y decide escapar de la plaga a una idílica villa rural, donde se dedicarán a descansar, deleitarse con comida, bebida y música, y sobre todo a contarse cuentos. Narrados por esos diez jóvenes y distribuidos en diez jornadas, los relatos del Decamerón suman cien en total, de los cuales esta antología recoge uno por jornada”. Se eligieron estos diez por distintos motivos: por su potencia narrativa, por su ingenio, por su imaginación y también porque, en general, logra ser un retrato muy atinado de algún aspecto de la naturaleza humana y de la sociedad (cabría acá citar lo que Erich Auerbach decía del estilo de Boccaccio: “su talento es espontáneamente plástico, de una amable fluidez, impregnado de sensualidad e inclinado a las formas elegantes”). El lector, en esta selección, se va a encontrar con historias que rezuman ingenio y reivindicaciones feministas, con narraciones en las que el amor no lo puede todo, cuestionamientos a la Iglesia y a los religiosos y, también, por qué no, narraciones en los que el amor sí lo puede todo.