Primeras impresiones: Jerónimo Atehortúa Arteaga - Los cines por venir / Crítica

Una reflexión de César Aira inspira la forma como Jerónimo Atehortúa Arteaga se posiciona en este libro: “Creo que todo escritor creativo, novelista, poeta, es casi inevitablemente un crítico y teórico, porque al escribir es inevitable reflexionar sobre lo que se está haciendo y estas ideas quedan con una forma un poco difusa”. Así, en Los cines por venir, su primer libro, Jerónimo se ubica como director y autor en ciernes, pero también como crítico, para hablar largamente con distintos autores-cineastas como Lucrecia Martel, Mariano Llinás, Carlos Reygadas, Albertina Carri, Pedro Costa, Albert Serra, Apichatpong Weerasethakul, Víctor Gaviria, Luis Ospina, entre otros. Si bien las conversaciones son individuales, con cada autor, todas están teñidas por las mismas obsesiones y preguntas de Jerónimo: dónde está el cine hoy, por qué hacer cine hoy, qué es lo que el cine provee que no pueden dar otros campos, cómo es o dónde está lo político en el cine... De esa manera, y al tener cada conversación la memoria de las otras, el libro se lee como una sola gran conversación —un prolífico diálogo entre creadores, estimulante y desafiante a la vez, atravesado todo el tiempo por ideas que dialogan y se refutan entre sí—. El libro hace del arte de la conversación un ejercicio de la crítica. O mejor: entiende la conversación como una de las formas que puede adoptar la crítica.

Quisiera destacar la indagación permanente que hace Jerónimo de las poéticas de cada autor: al interrogar y reflexionar sobre las leyes de creación que cada uno ha pensado para sí mismo, para su trabajo, el libro provoca todo el tiempo un deseo de creación: deseo de escribir, deseo de hacer cine, deseo de pensar. Por eso es tan poderoso política y estéticamente. Gratitud lectora.

Giuseppe Caputo
Escritor